Esta frase del conocido consultor de negocios norteamericano, Ken Blanchard, autor de libros como “El ejecutivo al minuto” y “Liderazgo situacional”, nos deja un mensaje muy contundente sobre la fuerza de los equipos.
En comunicación y relacionamiento, la diversidad de perspectivas, enfoques y aproximaciones a una realidad específica viabiliza la construcción de soluciones más creativas y alineadas a las expectativas de los públicos de interés. Hoy, más que nunca, cuando se necesita de la inclusión, la diversidad y la colaboración para responder al cambiante entorno que rodea el mundo organizacional, es preciso fortalecer la formación de habilidades individuales y grupales de comunicación que permitan expresar ideas en un ambiente de respeto y confianza, aún en el disenso.
En nuestro modelo de Agilidad Comunicacional, explicado en dos artículos publicados en esta misma red: (1) https://rb.gy/8jizfo (2) https://rb.gy/4we7is nos referimos al trabajo en equipos multidisciplinarios como un factor esencial para que la organización pueda actuar en función de las expectativas de sus públicos, prestar un mejor servicio y evolucionar con productos innovadores. También enfatizamos como en las estrategias de crisis, la pluralidad de roles funcionales brinda oportunidades para la contención de riesgos frente a situaciones coyunturales.
Trabajar en equipo es colaborar de manera conjunta y coordinada con otros individuos para lograr un objetivo común. Implica un esfuerzo colectivo donde cada miembro del equipo contribuye con su experiencia, conocimiento y trayectoria para alcanzar metas compartidas.
Mejor comunicación significa mejores relaciones y resultados
Si trabajas en una organización, muy probablemente hayas tenido que participar en dinámicas de grupo altamente ineficientes, disfuncionales y también aburridas. Seguramente te has preguntado por qué debes estar ahí sentado en un grupo por horas y horas sin ver un beneficio tangible para el proyecto que se haya propuesto.
Los líderes de los equipos deberán evaluar el desempeño de estas dinámicas y detectar si las competencias y el compromiso de los individuos necesita de mayor afinación. La formación de equipos colaborativos y efectivos es un proceso que requiere tiempo y persistencia pues sus resultados no son inmediatos.
Listamos a continuación algunas recomendaciones para que, desde la comunicación, fortalezcas a tus equipos de trabajo e inicies el camino para alcanzar mayor eficiencia.
Fortalecer la habilidad de escuchar: esta es la habilidad más importante en la formación de equipos colaborativos y eficientes pues es la que permite generar una energía positiva al interior del mismo. Si los individuos se sienten seguros de aportar su punto de vista, si las diferencias enriquecen y suman, entonces se podrá alcanzar un mejor resultado.
Preparación individual para la participación: cuando se realizan talleres o reuniones de trabajo, los participantes deben asegurarse de haber revisado las agendas y propósito de la reunión y así preparar su aporte, ya sea con lecturas e investigación o con su propia experiencia. Los contenidos que expondrán deberán ser claros, sintéticos y pertinentes.
Consciencia de los liderazgos negativos: un factor que afecta sustancialmente el desempeño de los equipos es la concentración de protagonismo en líderes cuyo poder sobre el equipo ensombrece la capacidad de los aportes individuales. Es importante que no exista una jerarquización negativa y que los jefes se abstengan de asistir y calificar o se pongan a tono con el resto del equipo, abriendo las posibilidades a resultados sobresalientes.
Reiteración de objetivos y roles: una comunicación clara y abierta sobre los objetivos del equipo y los roles de cada miembro es esencial. Cuando todos entienden qué se espera de ellos y cómo sus funciones contribuyen al éxito general del equipo, pueden trabajar de manera más efectiva juntos.
Confianza y transparencia: una comunicación abierta y honesta fomenta la confianza entre los miembros del equipo. Cuando los individuos se sienten seguros para expresar sus ideas, preocupaciones y opiniones, se fortalece el vínculo entre ellos y se fomenta un ambiente de trabajo positivo.
Resolución de conflictos: los equipos pueden enfrentar desafíos y desacuerdos pero una comunicación respetuosa y una dinámica que permita sustentar los argumentos expuestos, ayudará a clarificar la mejor opción para todos.
Retroalimentación: proporcionar feedback regular y constructivamente es fundamental para el desarrollo individual y el crecimiento del equipo. Es importante preparar a los integrantes para que se realice de una manera que aporte, corrija y ayude a evolucionar la idea o la solución.
Adaptabilidad y flexibilidad: tal como en nuestro modelo, estos atributos son esenciales para vencer la rigidez en las formas de interpretación y relacionamiento. Cuando los miembros del equipo están en sintonía y pueden comunicarse de manera eficiente, están mejor equipados para ayudar a la organización a ajustar sus estrategias y acciones según sea necesario.
Invertir recursos y tiempo en la formación de individuos y equipos colaborativos hace una gran diferencia para que la organización alcance un mejor desempeño. Como lo expresa la cita de Blanchard, y lo confirmamos en la experiencia organizacional: una buena suma de ideas, perspectivas, experiencias y visiones, potencia los resultados de una organización de manera exponencial. No dejes que la falta de compromiso o las dinámicas negativas frenen tu desempeño. Aprovecha el potencial de la colaboración y la diversidad para impulsar el éxito de tu equipo y llevar a tu organización hacia nuevos niveles de excelencia. Es en el trabajo conjunto y la apertura a nuevas ideas donde se encuentra el verdadero motor del progreso.
María Avilán